Carta del presidente

Madrileña Red de Gas cumple cinco años de existencia y se afianza como la primera compañía independiente distribuidora de gas. Durante este ejercicio 2015, se ha producido el cambio de accionistas, lo que asegura la continuidad de la estrategia de MRG

Madrileña Red de Gas ha cumplido cinco años de existencia. En este tiempo, la compañía ha experimentado un cambio profundo, mejorando en todos los indicadores de actividad relevantes y, a la vez, tranquilo, sin ninguno de los inconvenientes que no con poca frecuencia acompañan a los procesos de cambio. Nos hemos afianzado en nuestro posicionamiento como la primera compañía independiente distribuidora de gas y como la más eficiente.

Además, en el ejercicio fiscal que acaba de terminar, se ha producido un hecho singular, de especial significación, y que está llamado a tener una gran trascendencia en el futuro desarrollo de la empresa. Se trata del cambio de accionistas, con una renovación completa del panorama accionarial.

Con todo esto, se cierra una etapa clave de la vida de MRG y se abre otra, no menos importante, llena de posibilidades para el futuro.

Madrileña Red de Gas sigue siendo lo que la definió en un primer momento: una empresa con una actividad regulada –la gestión de una red de distribución de gas natural–, una empresa independiente, no vinculada a ningún grupo empresarial verticalmente integrado, una empresa con vocación de excelencia.

Las empresas que desarrollan actividades reguladas, en particular las empresas gestoras de redes energéticas, están sometidas a tres exigencias distintas, que son las que determinan su campo de actividad, su orientación y los límites de la misma.

La primera es el cumplimiento de las obligaciones legales que se refieren a su actividad. En este terreno, hemos puesto como prioridades principales la seguridad y la excelencia en la gestión de la red, que se concreta en tres direcciones: la calidad del mantenimiento, la decisión de invertir en expansión y, en consecuencia, los elevados niveles de disponibilidad, con mínimas incidencias.

La segunda, el servicio a los clientes. Madrileña ha fijado también desde el primer momento el foco de su atención en la calidad del servicio, tanto la calidad objetiva, medida, como la calidad percibida. Indicadores como el tiempo de atención a las emergencias, la reducción del tiempo de intervención en operaciones de altas y resolución de averías, o la minimización de las indisponibilidades, dan idea de los niveles de servicio que hemos alcanzado. Otro tanto confirman las opiniones de nuestros clientes.

La tercera exigencia, no menos importante que las otras, es dar satisfacción a las legítimas expectativas de sus accionistas. La mejora de eficiencia en todos los órdenes ha permitido retribuir a los accionistas satisfactoriamente año tras año.

En estos cinco años hemos demostrado que estas tres exigencias no solo son compatibles, sino que se refuerzan mutuamente. Las mejoras de eficiencia permiten dedicar recursos crecientes a la calidad y a la retribución de los accionistas y, al mismo tiempo, asegurar los niveles de inversión nueva sin menoscabo de los ratios financieros. La clave se encuentra en el esfuerzo continuo de mejora interna. Mejora de los procesos, de la organización y de los costes, en todas las partidas sin excepción. La alineación del equipo directivo, y de todo el equipo humano de la empresa, con estos objetivos ha sido el motor que ha llevado a Madrileña Red de Gas al nivel de excelencia que hoy puede exhibir.

De hecho, el enfoque que hemos dado al cumplimiento de estas tres exigencias y el entendimiento de las relaciones entre ellas constituyen el corazón del modelo de negocio de Madrileña: una empresa energética (Utility) moderna, ágil, eficiente y cercana al cliente, anticipando sus necesidades y en constante proceso de mejora para dar una respuesta acertada a todo ello.

Nuestra visión de futuro se basa en cuatro pilares: la consideración del gas como energía limpia y versátil y del papel que, consecuentemente, debe jugar en el mix energético en España y en el mundo; el compromiso con los clientes en cuanto a excelencia en la calidad del servicio, y el compromiso con el territorio en que operamos en cuanto a expansión de la red; por último, en la mejora interna permanente, que es la base de los anteriores.

El gas natural está llamado a desempeñar un papel clave en el cambio de matriz energética en las próximas décadas. Sus ventajas frente a los demás combustibles fósiles (abundancia de fuentes de abastecimiento, menores emisiones, versatilidad en las aplicaciones básicas) aseguran su permanencia como solución energética de referencia en diversos sectores. Por ello, impulsamos activamente la penetración del gas en los sectores y zonas geográficas donde todavía no está presente, o lo está de forma aún limitada, allí donde puede sustituir con ventaja a otros combustibles más contaminantes o más caros. Asimismo, colaboramos con el Gobierno de la Comunidad de Madrid en diversas iniciativas para promover el uso eficiente del gas.

Esta política se ve apoyada por la recuperación de la economía española, ya palpable en la mejora de la actividad y en la renta de las familias, que se traduce, entre otras cosas, en una mejora de la tendencia de la demanda de energía, que había caído de forma notable durante los años de la crisis económica y ahora muestra signos de recuperación.

En cuanto a la mejora interna, aunque buena parte del potencial ya se ha desarrollado, quedan aún posibilidades que se van incorporando a nuestros objetivos internos y que irán dando frutos en los próximos ejercicios, junto con el crecimiento, que estamos impulsando por diferentes vías.

Quiero hacer mención también a la reforma regulatoria concluida en 2014. A ella hacía referencia en la carta que acompañaba el informe anual del ejercicio anterior. Una vez concluida esa reforma, la estabilidad alcanzada supone un apoyo de suma importancia para el desarrollo de nuestra actividad así como para la percepción de los mercados. Consecuencia de esa reforma ha sido la positiva evolución del déficit del sistema gasista, que confiamos que continúe en los próximos años, unida a la mejora de nuestra calificación crediticia, recientemente conseguida, que supone un espaldarazo más a la calidad de la gestión y a la solidez de la compañía. Esperamos que esta estabilidad regulatoria se mantenga en el medio y largo plazo como base imprescindible del desarrollo de las actividades de los sectores energéticos.

Una vez más, quiero hacer una mención obligada a la dedicación personal, el nivel profesional y la motivación de nuestro equipo humano. Sin él habría sido imposible alcanzar los resultados de este año y de ejercicios pasados, y merece, por lo tanto, un reconocimiento explícito, junto con el deseo y la expectativa de continuar en esta senda en los años futuros.

El cambio accionarial que he mencionado al principio se ha llevado a cabo en plena coherencia con la lógica de las inversiones industriales y con los perfiles de nuestros accionistas anteriores y actuales. El cambio asegura la continuidad de la compañía en su estrategia y en la visión de largo plazo, apoyando el crecimiento y la mejora de una empresa estable en un entorno regulatorio institucional también estable.

Resumiendo nuestra visión estratégica para el futuro, seguimos considerando que el gas es una energía competitiva, con un papel importante a futuro, dado el potencial de crecimiento de la actividad, fundamentalmente por la baja penetración del gas en España, si se compara con los países de nuestro entorno. Asimismo, garantizamos nuestro compromiso con los clientes, en relación con la seguridad y la calidad de servicio.

Finalmente, en un panorama de estabilidad regulatoria a medio y largo plazo, esperamos que nuestra actividad se siga desarrollando a plena satisfacción de nuestros clientes, de nuestros accionistas y de las instituciones.

 

Pedro Mielgo

Presidente